Pensamientos en el lavabo III

Vaya que eramos felices. Pero no solo de esa felicidad de estar juntos el uno con el otro.
No, esta felicidad era por haber encontrado a esa persona que durante tanto tiempo habiamos buscado. Y ahora estaba delante de ti y la podias ver a los ojos y entender sin palabras todo lo que sentia por ti.
Y un buen día se esfumó. No intentamos luchar. Decidimos que era lo mejor. Lo dejamos a un lado, sin olvidar. No podiamos olvidar, no queriamos olvidar.
El recordar también era doloroso. Para que torturarnos con esos sentimientos que solo nos hacian daño.

Un buen dia senti la necesidad de decirtelo. Pero ya no sabia donde encontrarte. Y ahi delante de mi estaba eso. Una especie de señal. Una idea materializada.

Para mis adentros pensé, "Esto es a lo que se refieren con Dios".
No queria pensarlo asi. No queria imaginar que esta era la forma en que se desarrollarian las cosas. Era demasiado divino, y Yo no era de los que se fiaba de la religión.

Sin embargo, ahi seguía. Frente a mi, incitandome a comprender, a entender, a aceptar.
Me intenté acercar pero algo dentro de mi provocaba rechazo. Me repetia una y otra vez que solo era obra de la casualidad. Que Dios no necesitaba de mostrarse en formas tan obvias. Que solo era mi necesidad de algo que me incitaba a darle un significado a algo tan trivial como eso.

Que equivocado estaba. Era real y tan cerca de mi.
Dejé pasar la oportunidad sin pensarlo más.

Pasaron los dias y tu me hablaste. No entiendo hasta hoy como me pudiste localizar.
Pero recuerdo tus palabras como si las hubiese escuchado hace un instante.
"Lo vi, y creo que cometimos un error"
Mi orgullo pudo más y rechazé tu propuesta. Tu fuiste la que decidió que las cosas fuesen así.

No me arrepiento. No.

Solo tenia esa duda de que si lo que viste fue lo mismo que yo vi.
Solo la espina de saber si era realmente El.

Creo que eso es lo que llaman cuestión de Fé.