lunes, 7 de enero de 2008

Sucedió un martes

Mil veces me repetí que no me sentiria así.
Mil veces me dije que no me comportaría de esa manera.
Mil veces no importaron.
Mil veces me sentí fatal.

Salí de la casa y lo primero que hice fue encender un cigarrillo. La penumbra de la noche solo mostraba las luces frias de un negcio cercano. Tan inertes como el momento que acaba de acontecer. La impotencia y la frustración me hacian presa suya.
Con todo ese cúmulo de pensamientos sobre mi cabeza, logre subirme al auto.

Sentía que mi cabeza iba a explotar. Me repetía a cada instante "Como pudiste ser tan estúpido", una y otra vez.

Encendí el auto y arranque con rapidez. Me queria largar de ahí lo mas rapido posible.
Lo último que alcanze a ver fue tu cara en la ventana. Supuse que deberías estar llorando. Lagrimas falsas dije en voz casi audible. Casi un murmullo.

Prendí un cigarro con la mano que me quedaba libre y a punto estuve de quemarme.
Me detuve a unas cuadras de mi casa. No deseaba entrar. No podia lidiar con las ideas que me atormentarian mientras intentara dormir.

Al fondo se escuchaba "Romeo & Juliet"

"You want me?
Fucking, well come and find me
I'll be waiting
With a gun and a pack of sandwiches

And nothing
Nothing
Nothing
Nothing"
No terminé el cigarro. Suficiente tenía con el amargo sabor de una noche tan complicada.
Me dije a mi mismo que no me volvería a suceder.

Me mentía, eso me ayudaba a sobrellevarlo todo.
Ambos sabiamos que nos volveriamos a buscar y a encontrar. El dolor lo hacía mas placentero.




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